EN LA OPINIÓN DE…
POR: EL OBSERVADOR
DÉJÀ VU
Sin cumplir con el período de su sexenio, Fernando Canales Clariond presentó el 10 enero 2003, ante la oficialía de partes del Congreso de Nuevo León, su renuncia al cargo de gobernador para aceptar la designación de secretario de Economía en el gobierno federal, por invitación del presidente de la República, Vicente Fox Quesada.
Es obvio que Fox le dio una salida digna a Fernando Canales porque:
Los tres meses previos fueron quizá los más difíciles, pues tanto él como sus principales colaboradores se vieron envueltos en escándalos por errores garrafales en la acción de gobierno, que llevaron a varios dirigentes partidistas de oposición a solicitar su renuncia por «incapacidad».
La puntilla fue cuando se difundió que el director de la empresa Servicios de Agua y Drenaje, de la que por ley el gobernador es presidente del consejo de administración, había realizado cobros excesivos por 43 millones de pesos en perjuicio de 207 mil usuarios durante cuatro años.
Durante su gobierno, Canales fue seriamente cuestionado por su falta de decisión para afrontar los problemas de la entidad, con frases evasivas. «No soy bombero», cuando se señalaba su falta de acción ante incendios que devastaron más de 20 mil hectáreas boscosas de la Sierra Madre; «no soy plantaparches», para justificar su retraso en acudir a presenciar los daños ocasionados por una explosión en una subestación eléctrica, que provocó apagones en varios estados del noreste del país, y «no soy criminólogo», cuando se le preguntaba por el crecimiento de la delincuencia.
Con tanta similitud en la actualidad, sería bueno que Samuel García, vaya solicitando un salvavidas igual que le dieron en su momento a Fernando Canales.
El gobierno pasa, cambia y se transforma, mientras que el Estado permanece idéntico.
