Florida despertó hoy entre la destrucción por el paso del huracán “Ian” a lo largo del suroeste, el ciclón, que golpeó como un huracán de categoría 4 desde el miércoles por la tarde, atrapó a residentes en viviendas inundadas, dañó el techo de la unidad de cuidados intensivos de un hospital y dejó a 2.6 millones de personas sin luz antes de poner rumbo hacia la costa atlántica.
“Ian”, uno de los huracanes más potentes que ha azotado Estados Unidos, atravesó la península de Florida el miércoles en la noche y amenazaba con provocar inundaciones catastróficas en el interior, advirtió el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés).
A primera hora del jueves, se convirtió en tormenta tropical en tierra y se espera que salga a las aguas del océano Atlántico cerca del Centro Espacial Kennedy más tarde en el día, dijo el NHC. Los intensos aguaceros que podrían provocar inundaciones continuaban en todo el estado y un tramo de la costa del Golfo de México seguía inundada con agua del mar que fue empujada a la costa por la monstruosa tormenta.
En las redes sociales se publicaron súplicas de rescate, algunas de ellas con videos que mostraban como el agua, cubierta de escombros, se aproximaba a las cornisas de las casas.
El huracán convirtió las calles en ríos y derribó árboles en su avance por el suroeste de Florida el miércoles, con vientos de 241 km/h y un muro de marejadas ciclónicas. Cuando tocó tierra, “Ian” era un huracán de categoría 4, y por la fuerza de sus vientos fue el quinta más potente en la historia de Estados Unidos.