Tiempos
Por: Stibaliz RuizUrquijo
30 de enero del 2023
Estaba leyendo un artículo sobre la ansiedad, me pareció muy interesante dados los tiempos en los que vivimos. Una de las cosas que se me quedo muy grabadas, fue: lo peor que le puedes decir a una persona que vive desgraciadamente con ansiedad “cálmate” “tienes ansiedad porque quieres” “no es ansiedad”.
Y si, tiene toda la razón del mundo porque cuando uno tiene ansiedad lo que menos ayuda es decir todo lo contrario a lo que uno siente en esos momentos oscuros, necesitas paz, necesitas no ser criticado o juzgado, necesitas armonía, necesitas no ser exhibido.
Existen mil maneras que provocan la ansiedad, que eso va pegadito a la depresión, y puede llegar a ser peligroso. A lo que voy, necesitamos ser más empáticos entre nosotros mismos, cada cabeza es un mundo que tiene sus propios problemas y que nos guardamos, pues porque son cosas que nadie puede arreglar más que uno. Pero siempre, siempre necesitamos la palmada en la espalda o esa vocecita que te dice “esto también pasará” sin la pregunta que a veces no queremos escuchar ¿Qué te pasa? A veces con mirar a una persona cercana te puedes dar cuenta que no se encuentra bien, que su cabeza esta en todos lados menos en donde debe.
En su momento fue difícil reunirnos con la familia, con los amigos, ahora con precauciones que hemos aprendido ya lo podemos hacer, siempre hace falta ese abrazo, ese beso, esa plática con la persona con la que tú te identificas, la que suele ser “tu persona”, a veces ni necesidad hay de hacer un plan, una llamada y listo. Todos necesitamos hablar, de tu día a día, de sueños, de metas, de lo que sea, de la luna si quieres. Pero si me queda claro que necesitamos “vaciar” todo lo que traemos en la cabeza porque caemos en la locura, y al externarlo nos damos cuenta en algunos casos que nos hemos estado ahogando en un vaso de agua, solitos.
La empatía para mi es eso, no puedo juzgar a nadie, ni malinterpretarlo, ni nada, porque no tengo idea por lo que está pasando esa persona, y como puede ser un problemita, puede ser una tragedia lo que está viviendo o estamos viviendo.
No les ha pasado que hablan con alguien y lo sienten a la defensiva, que piensa que todos quieren hacerle daño y conforme se da la plática se suaviza el tono, su plática… eso es, tener la suficiente paciencia porque te estás dando cuenta que esa persona trae problemas y la única manera de ayudar es escuchando, suavizando y después hablar de cualquier cosa que aunque sea por un momento lo saque de sus pensamientos.
A veces si le decimos “buenas tardes” “hola” a un extraño en el super, en el mercado, en el banco, hasta sonríe porque eso nos saca de lo ensimismados que estamos en algunas ocasiones.
Estamos en tiempos de retomar esas costumbres, de al menos sonreír y de salir un poquito de la guerra que traemos en la mente. Eso creo yo.
ruiz.urquijoopinion@gmail.com