Lo que en principio parecía ser solo un reporte de desaparición se ha convertido en un posible crimen.
Hace tres semanas Saúl Ramírez, reportó que su pareja, la enfermera Marilú Camacho Zaragoza, de 50 años de edad, estaba desaparecida, hasta ahí todo parecía un reporte habitual de desaparición de una persona en la Alcaldía de Tlalpan, Estado de México.
Pero al paso de los días las cosas fueron cambiando, la hija de Marilú (quien radica en los Estados Unidos) mostró inquietud pues desde el pasado 3 de octubre, su madre no respondía los mensajes ni atendía las llamadas al celular. Los compañeros de la enfermera coincidieron en este hecho pues a ellos tampoco les respondía ni llamadas ni mensajes a partir de esa fecha.
Pero fue hasta el 7 de octubre en que Saúl Ramírez acudió a la Secretaría de Seguridad Ciudadana para hacer la denuncia de la desaparición de su pareja.
Al no obtener respuesta de su madre ni tampoco de Saúl, la hija de la enfermera decidió regresar de los Estados Unidos y también acudió a las autoridades quienes activaron la alerta de desaparición para iniciar con su búsqueda.
Los reportes policiacos revelan que Saúl Ramírez informó a las autoridades que antes de la “desaparición” de Marilú, ambos habían arreglado el jardín de su domicilio, ubicado en la colonia Dolores Tlali.
Pero después de obtener esta declaración, no supieron más de Saúl, por lo que decidieron acudir al domicilio que compartían como pareja para hacer las investigaciones correspondientes.
La inquietud de la hija de Marilú y el trabajo realizado por unos binomios caninos en la casa que habitaban dio resultado.
El jardín, no había sido arreglado por ambos, fue habilitado como tumba de Marilú quien yacía debajo de la tierra envuelta en una sábana.
Las autoridades forenses se encargan de determinar las causas de la muerte de la enfermera y mientras tanto las autoridades policiacas buscan a Saúl quien desde que rindió su declaración, ahora él es el desaparecido.