Originario de Villa Allende Veracruz, Sergio Rueda Ramírez quiso progresar y no quedarse en su ciudad natal, y decidió trasladarse a Monterrey donde terminó sus estudios de Comunicación en la facultad de la UANL
Su carrera despegaba y comenzaba como locutor de spots publicitarios para diferentes marcas comerciales, además de laborar en el canal 53 y en canal 28.
A sus 30 años, todo iba viento en popa, pero llegó la nueva cepa del SARs-CoV2 y Sergio fue una de sus víctimas.
Apenas el pasado 26 de mayo festejó su aniversario en compañía de pocas amistades y todo estuvo bien.
Sin embargo, a los pocos días comenzó a sentirse mal, el covid le llegó con fuerza, él nunca se desanimó, incluso hasta posteaba mensajes en sus redes sociales en donde solicitaba apoyo moral pues él estaba seguro de que saldría airoso de ese trance.
“No voy a morir en estos días, esto es para que ustedes vean y crean y sepan que Dios y yo somos amigos y tú también pueden sentir ese amor” publicó en uno de sus mensajes.
Y si, Sergio se recuperó del covid, pero quedó muy dañado y la enfermedad le trajo secuelas importantes como una neumonía y fibrosis pulmonar, motivo por el cual no pudo abandonar el hospital.
“Amigos, obviamente sigo muy enfermo, pero quiero agradecer todo el apoyo. Estoy muy motivado no me dejen caer que ya quiero salir de aquí. La mente casi me juega la vida anoche. Pero no dejaré que me intuben. No llegaré a eso.” Señalaba en otro de sus post.
Pero ayer domingo por la noche, Sergio no aguantó más, la fibrosis pulmonar acabó con sus sueños, con su positivismo, con sus ganas de luchar, acabó con su vida.

