Por: Mario Alberto Palacios
Monterrey, Nuevo León.- Integrantes del Consejo Regional de Industriales del Juego (CRIJU) presentarán una contrapropuesta a los legisladores locales para impedir se apruebe la iniciativa del gobernador de aumentar del 10 al 15% el impuesto a jugadores, así como gravar cada máquina de los casinos.
Durante una reunión celebrada este martes, su vocero, Guillermo Martínez, destacó que el impuesto por jugar, que pasaría de 10 por ciento actual al 15% para el 2022, afectará a su clientela, la cual paga este gravamen.
Los recursos de este impuesto estatal son canalizados para los programas de seguridad pública del Estado y los municipios donde operan los casinos, y se estimaba su recaudación antes de la pandemia en mil millones de pesos por año, agregó Martínez.
Pero debido a que por las restricciones sanitarias implantadas a raíz del Coronavirus, cierres totales y reducción de aforos, los ingresos por este impuesto fueron menores para el erario estatal, explicó el vocero.
También se especificó que gravar con 300 UMAS cada máquina de juego no les parece correcto si la ésta no se halla en funcionamiento, lo cual no está produciendo para la casa de apuestas.
“Estamos de acuerdo en dar certeza jurídica a nuestra industria del entretenimiento para adultos con el pago de impuestos, pero consideramos que elevar la tasa de 10 a 15 por ciento en lugar de generar una mayor recaudación desalentara la asistencia de clientes, por lo cual bajaran los montos que se reciban para el tema de seguridad”, añadió.
El Consejo Regional de Industriales del Juego (CRIJU) está confirmado por los empresarios dueños de los casinos Caliente, Revolución, Winland Group, Codere, Follati Casino, Logrand y Playcity Casino, que operan 25 centros de apuesta con más de 30 mil empleados directos.
