Es de todos conocido, las trabas que ponen los bancos para el cobro de pensiones y renovación de tarjetas a las personas de la tercera edad, pero en esta ocasión si se fueron al extremo.
Doña Dolores Gómez Reyna de 89 años de edad y con una enfermedad que la tiene postrada en su cama tenía una gran preocupación pues la tarjeta que utiliza para cobrar su pensión ya había vencido.
Le solicitó a su hija Irma Yolanda Olvera acudir a la institución bancaria CitiBanamex en Reynosa, Tamaulipas para que le fuera renovado el plástico, sin saber que un trámite tan sencillo se convertiría en toda una odisea.
Desde el pasado mes de marzo comenzaron las visitas a la sucursal, así como las peticiones a los gerentes de la sucursal y estos en primera instancia les solicitaban un acta notariada, luego les pidieron una carta poder y finalmente actas públicas que constataran su incapacidad física de Doña Dolores.
Todo lo llevaron, pero ni así fue suficiente.
Finalmente, los directivos bancarios le solicitaron a la nieta de Doña Dolores, Yulissa Plata que tenía que llevar a su abuelita “a como diera lugar” y la justificación que dieron fue que “debían actualizar la huella digital”.
La familia de Doña Dolores no sabía cómo podrían llevarla sin generarle molestias, hasta que un familiar les recomendó rentar una ambulancia, pero eso les generaba otro problema, el pago de la renta de dicho vehículo.
Después de pedir varios prestamos, finalmente lograron reunir el dinero para la renta y ahí comenzó otra problemática, extremar los cuidados para evitar que sufriera algún golpe o tuviera alguna descompensación.
Finalmente llegaron al banco, y aunque les habían prometido que entrarían de inmediato a fin de no hacerla esperar, pues pasó lo más increíble, aun en camilla, con los paramédicos llevándola y la ambulancia afuera de la institución bancaria, los hicieron esperar cerca de media hora bajo los fuertes rayos del sol.
Finalmente Doña Dolores pudo actualizar su huella digital y fue trasladada de regreso a su casa.
Irma Yolanda Olvera, hija de Doña Dolores, criticó al personal del banco y de otras dependencias por sus políticas inflexibles hacia las personas con discapacidades y adultos mayores con problemas para moverse.
