Benjamín le reclamó hace ocho meses a su padre Don Rodolfo un supuesto mal trato que le daba, los ánimos se caldearon, Benjamín no lo pensó, sacó un cuchillo cebollero y le infringió tres heridas en el pecho a su progenitor, quien murió al instante.
Benjamín Torres Salazar de 24 años se entregó a las autoridades, cuando llegaron a su domicilio, donde sucedieron los hechos el pasado 15 de abril, en la calle Flores Magón entre Maclovio Herrera y Crispín Treviño en la colonia Venustiano Carranza en Monterrey.
A ocho meses de iniciado el proceso en su contra un juez de control lo declaró culpable por el delito de Parricidio en perjuicio de Rodolfo Torres Rodríguez de 52 años de edad y lo sentenció a 26 años de cárcel, además de realizar un pago por 616 mil pesos como reparación del daño a favor de los deudos de la víctima.
Según habría explicado Benjamín, su padre le habría dicho que en realidad era su padrastro, lo que habría detonado su coraje propiciando el posterior asesinato.
A partir de hoy, Benjamín tendrá 26 años para pensar acerca de su reacción y las consecuencias obtenidas; pero lo que definitivamente no tendrá de regreso será la figura paterna de la que él mismo se deshizo en un arrebato de coraje.