Por: El Visor
REELECCIÓN PARA SEGUIR IGUAL: LA RATIFICACIÓN DE JOSÉ LUIS GARZA OCHOA EN EL PRI
El resultado electoral del 2 de junio en Nuevo León es digno de un estudio sociopolítico de fondo y que debe de ir más allá del mero análisis de las votaciones y los resultados finales.
En un proceso federal en el cual el Movimiento de Regeneración Nacional logró la mayoría de los votos en la elección de presidente, senadores y las diputaciones federales, consolidándose como la primera fuerza política, en lo concerniente al proceso estatal o local, quedó como cuarta fuerza.
Morena es la cuarta bancada legislativa en el Congreso local, y apenas tiene una docena de alcaldías de las 51 que hay en el territorio, salvo las de General Escobedo y García donde tuvo candidatos únicos, en el resto fue en alianza con el Partido Verde.
Pese al arrastre de Claudia Sheinbaum quien logró incluso rebasar a su antecesor Andrés Manuel López Obrador en cuanto a votación en este 2024 en comparación del 2018, Morena no logró cambiar la mentalidad de muchos nuevoleoneses, quienes prefirieron las opciones tradicionales del PAN y PRI, pero dandole las fuerza también Movimiento Ciudadano.
Sin embargo, es el PRI el mejor ejemplo de que aun y cuando muchos lo dan por muerto en casi todo el resto del país, en tierras de la machaca y el cabrito asado se mantiene vivo y coleando.
Aunque la elección de Adrián de la Garza como alcalde de Monterrey estuvo muy reñida, 40 mil votos de diferencia con su exoponente de MC, Mariana Rodríguez, su triunfo no puede ser entendido sin el apoyo tácito del PAN y sus simpatizantes y militantes.
Sin que nadie lo dude, sino fuera por el voto panista a favor del ex procurador de Justicia, la historia de quien gobernara la ciudad capital del Estado sería otra.
Tanto interna como externamente, en el PAN y PRI critican y exigen se concluya la relación que llevó a crear la coalición Fuerza y Corazón por Nuevo León, a fin de que priistas y panistas se la jueguen cada uno por su lado en los comicios por venir en el 2027.
Es por eso que pese a las críticas y la creciente rebelión de sus militantes, desde cuadros importantes hasta quienes no solo, ven con suspicacia y preocupación la decisión del actual presidente del PRI en Nuevo León, José Luis Garza Ochoa, de registrarse como aspirante único para asumir un segundo periodo en la dirigencia.
Mayra Hernández Colunga también busca ser secretaria general del partido.
Al autoproclamarse Garza Ochoa como uno de los hombres de confianza del presidente nacional, Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, afirma que el ser electo para un segundo periodo lo avalan sólo los resultados en las pasadas elecciones al obtener la capital y diputaciones.
Aunque faltan dos años para que inicie el proceso electoral que culminará con la elección de gobernador en el 2027, será interesante si la alianza PRI-PAN se mantendrá viva para presentar un candidato común, o bien se separan y cada partido se juega su futuro en solitario.
DE LAS CENIZAS DEL PRD, ESPERAN SURGA NUEVO PARTIDO
Los pocos perredistas que hay en Nuevo León esperan el llamado de su ex líder nacional, Jesús Zambrano para volver a integrarse en una nueva organización política.
La muerte electoral en este 2024 del que llegó a ser la principal oposición de Izquierda en contra de las presidencias de Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón, fue por errores propios de sus dirigentes, enfrentados grupos internos, tribus les dicen ellos, a grado tal de que miles, cientos de miles, nada más oyeron el canto de las sirenas de Andrés Manuel López Obrador, se fueron sumando a Morena, convertido ahora en partido hegemónico.
Por eso será interesante ver si el tiempo les alcanza a los experredistas para resurgir de sus cenizas y logran en poco tiempo conformarse como asociación política y luego partido. Para ello tienen que realizar en menos de 24 meses a partir de enero del 2025, 32 asambleas estatales constitutivas y afiliar a 350 mil militantes.
La apuesta es grande.