Hace seis años, Jaime Rodríguez Calderón le ganó las elecciones para gobernador, ella quedó en un tristemente célebre tercer lugar, hoy cuando el mandatario estatal ya va de salida en medio de una muy cuestionada administración, y un fallido intento por ser Presidente de México, Ivonne Álvarez García regresa no solo como diputada local, sino como Presidenta del Congreso de Nuevo León.
El destino le jugó una mala pasada, después de ser diputada local, federal, senadora y alcaldesa de Guadalupe, la colocó en una posición que le faltaba dentro del ámbito político, pero no contaba con el hartazgo de la población ni tampoco con las traiciones al interior de su propio partido.
Hoy Ivonne Álvarez regresa triunfante tras ganar el distrito 1 y arrebatárselo al PAN, pero no solo eso, sino que, como Presidenta del Congreso de Nuevo León será la encargada de contestar el último informe de aquél con el que compitió y le ganó la elección.
Seguramente a ella le tocará también aprobar o no las cuentas públicas de Jaime Rodríguez.
Los electores, tal vez entendieron, o tal vez decidieron darle, a Ivonne, otra oportunidad en el Congreso, quizás ante los malos o nulos resultados de la presente administración estatal.
El caso es que el destino los pone de nueva cuenta frente a frente, aunque ahora desde una posición muy diferente. Él de salida y con la cabeza agachada y ella empoderada desde una posición de privilegio y con la frente en alto.
Son las vueltas del destino, que no todos han querido entender y menos los políticos.
