El Senado de la República aprobó un dictamen donde prohíbe a los padres, madres o tutores el uso de la fuerza física y castigos humillantes a menores y adolescentes como métodos de corrección.
Si bien es cierto, este dictamen no contempla sanciones de corte penal a quien lleve a cabo estas acciones, si pretende ser preventivo y detonante para la intervención pública temprana en la atención de la violencia familiar.
El dictamen define el “castigo corporal” a todo acto en contra de niños, niñas y adolescentes en el que se utilice la fuerza física, como pellizcos, empujones, golpes con la mano, quemaduras o cualquier otro acto que cause dolor o malestar al menor.
“Este dictamen no busca criminalizar a los padres, pues no persigue castigos penales, pero constituye una condena a la violencia que se infringe hacia niñas, niños y adolescentes, y es una forma de educar hacia la paz” expresó el Senador Marti Batres.