Por: El Visor.
En el estira y afloja de las negociaciones para integrar las coaliciones en los comicios del 2021, los ganones en los amarras fueron Morena y el PRI, al lograr tronar una posible alianza de MC y el PAN con la chiquillada partidista.
Si bien en Movimiento Ciudadano el cacique, porque se dice y se siente dueño del partido, “sudor y dinero de mi bolsa me ha costado» afirma Samuel García, es el único aspirante, fue él y su padrino Enrique Alfaro (Gobernador de Jalisco) los que echaron abajo la negociación con el PAN para una gran alianza antimorenista
Pero likes y corazoncitos en las redes sociales no son sinónimo de intención de votos, mucho menos de confianza hacia un personaje como el senador con licencia tan controvertido y polémico.
Pero sin duda, el gran derrotado es Acción Nacional, partido que por años fue sinónimo de congruencia política y con capacidad y potencial electoral, al que le sobraban personajes para contender por la gubernatura y otras candidaturas.
Mal, muy pero muy mal se vieron los líderes panistas queriendo unirse con el PRI, su némesis, su peor enemigo. El villano oscuro al que por décadas combatieron en diversas trincheras. Mauro Guerra, Raúl Gracia y Zeferino Salgado, los que orquestaron y fallaron el intento de coalición, mostraron su poco aprecio a la ideología y su mucho amor a ser pragmáticos (haiga sido como haiga sido dixit), con tal de cerrarle las puertas al senador Víctor Fuentes hacia la candidatura, en aras de querer “agandallar” su supervivencia política.
El PAN salió, no raspado, sino completamente abollado en su frustrada coalición con el PRD de Nuevo León, o el cascaron que este partido aún mantiene en la entidad, cuya dirigencia optó más por los beneficios que le daría alinearse con el PRI (dos diputados locales, una docena de regidores y, obvio, lana para campañas), que las promesas de un cogobierno al lado de los panistas.
Los priistas, con Francisco Cienfuegos como quien mueve los hilos del partido, lograron arrebatarles a los panistas a su única carta que les permitirá tener, cuando menos en imagen pública, la apariencia de fortaleza. Jugaron vencidas y perdieron pues. Y el tricolor se anotó, temporalmente, una victoria parcial.
Y sí bien pareciera que Morena va en caballo de hacienda rumbo al triunfo el próximo primer domingo de junio del 2021, quedó demostrado (y eso lo vivió en carne propia su líder nacional Mario Delgado), que la pregonada unidad en torno a la Cuarta Transformación que abandera el presidente Andrés Manuel López Obrador, sólo es realidad en los discursos.
El prietito en el arroz es la posibilidad de que la alcaldesa de Escobedo, la ex priista Clara Luz Flores Carrales, sea primero precandidata y después candidata a la gubernatura arropada por el morenista.
Así como van las cosas, los pleitos internos entre morenistas -fuego amigo le dicen-, van a escalar conforme se definan las candidaturas a las alcaldías y diputaciones locales y federales, cuando los grupos o tribus tradicionales morenistas, sean desplazados por otros personajes, incluidos allegados a Flores Carrales, Mario Delgado y Tatiana Clohutier.
Pal baile vamos.