Terrence y Khymarley, son originarios de Jamaica, son hombres y forman una pareja sentimental.
Hasta ahí, la situación pareciera no tener relevancia alguna, pero el asunto no termina ahí.
En Jamaica, la homosexualidad es catalogada como ilegal y sancionada con 10 años de cárcel y trabajos forzados, ellos han sido víctimas de violencia y persecución en su país por su condición y decidieron abandonar todo lo que tenían viajando a México.
Pero Terrence y Khymarley no sabían que sus problemas apenas estaban comenzando.
Todo iba bien en el avión de Copa Airlines, hasta que llegaron al aeropuerto de la Ciudad de México el pasado 24 de enero, y según voceros del colectivo “Casa Frida”, de inmediato fueron retenidos por personal del Instituto Nacional de Migración, por lo que no pudieron ni siquiera iniciar su solicitud de asilo.
Mediante un comunicado, Casa Frida (un colectivo que brinda albergue a integrantes LGBT+), señala que a pesar de que tanto Terrence como Khymarley intentaron comunicarse en inglés para informarles de su deseo de solicitar asilo por miedo a ser regresados a su país, les fue negada la asistencia legal, un traductor o al menos la posibilidad de continuar con su proceso.
Agrega que los agentes intimidaron a la pareja y los removieron de territorio nacional en calidad de deportados, en completa violación a sus derechos humanos.
A pesar de que tanto Terrence como Khymarley ya están de regreso en Jamaica, Casa Frida solicitó la intervención de la Secretaría de Gobernación o la Secretaría de Relaciones Exteriores, pues consideran que, al actuar, las autoridades de migración, de esta forma contravinieron los acuerdos internacionales a los que México está suscrito sobre derechos humanos, además de la Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político.
La pareja actualmente se encuentra en Kingston, Jamaica y aunque el colectivo logró gestionarles unas noches de hotel para resguardarlos, consideran que su vida corre peligro, pues anteriormente ya les han incendiado en dos ocasiones, la casa donde vivían.
“No nos sirven las banderas arcoíris colgadas en edificios de gobierno sobre Reforma y avenida Juárez: nos sirve la consistencia en el discurso y las políticas; nos sirve capacitación adecuada para agentes migratorios; nos sirve que se respete la ley” concluye el comunicado.
En tanto Terrence y Khymarley están, quizás, a horas de enfrentar su destino por su preferencia sexual.
