El objetivo de su origen era representar el triunfo de los neoloneses para lograr el abastecimiento de agua para todos los habitantes del área metropolitana, tras vivir años de escases.
Fue inaugurada en 1984 junto con la Macroplaza, la Fuente de la Vida o de Neptuno, obra del artista español Luis Sanguino hechas en bronce y en la que se requieren 250 mts cúbicos de agua para mostrarla en todo su esplendor.
Hoy no solo luce si agua, sino deteriorada e incluso hasta cubierta con hule.
No se aprecia en ningún lado herramienta o equipo especial que indique alguna etapa de mantenimiento o al menos de limpieza.
En el 84 solo se contaba con la Presa Rodrigo Gómez o “La Boca” y recientemente estaba inaugurada la presa Cerro Prieto, hoy se tiene además la Presa El Cuchillo y aunque está en trámites la construcción de una nueva presa que llevaría por nombre “Libertad” aún está en trámites y en negociaciones con los campesinos dueños de las tierras donde estaría ubicada.
En aquellos años la población rondaba los dos millones, hoy se tienen alrededor de 5 millones de habitantes y el fantasma de los cortes en el servicio de agua cada vez parece estar más presente y si a eso se le suma que el gobierno federal contempla hacer uso del agua almacenada en la Presa El Cuchillo para pagar una deuda en la dotación del vital líquido a Estados Unidos, pues las cosas no parecen pintar nada bien.
Tal vez por todo lo anterior, el gobierno estatal (encargado del mantenimiento de esta fuente) decidió mejor cubrir con hule negro estas figuras pues lo que parecía un triunfo en 1984, parece que en el 2020 podría ser una seria derrota.
