CADEREYTA, N.L.- El pequeño Aidán Elizondo Pérez, de apenas 4 años de edad fue una víctima inocente de la pugna por los territorios de venta de droga y una bala acabó con su vida.
Fue el pasado sábado cerca de la medianoche cuando un grupo armado ingresó a la casa ubicada en la calle Vista Limón en la colonia Bella Vista, en el municipio de Cadereyta y descargaron sus armas contra los que estaban en el domicilio que es señalado como punto de droga.
Los sicarios irrumpieron y descargaron sus armas sin importarles que había un niño en el lugar y después se alejaron en un vehículo.
Tras el ataque los vecinos solicitaron auxilio y a la llegada de paramédicos y policías encontraron herido en el lugar algo bastante dramático un pequeñito sin vida y bañado en sangre al lado de un otros hombre que todo parece indicar que trató de protegerlo y que después se estableció que era su padrastro.
En el mismo lugar encontraron a Luis Alberto Alanís Galindo, de 52 años de edad, quien es el dueño de la casa y a un lado estaba también herido Víctor Ibarra Gómez, de 27, presunto cliente, ambos fueron llevados primero al hospital de Pemex y posteriormente los llevaron al Hospital Universitario, donde su estado de salud es reportado como grave.
Las investigaciones revelaron que los vecinos sabían que el domicilio era usado como punto de venta de droga, específicamente de crystral y que tanto Castro Camacho como Ibarra Martínez eran “clientes” de Luis Alberto.
Horas antes del asesinato del niño y su padrastro se registró otro hecho sangriento en Cadereyta en la colonia Valle del Roble, donde un sicario subió a un Ruta 150 y ejecutó a un pasajero ante la mirada de varias personas que venían en el camión.
